CCM y comercio justo: de SELFHELP Crafts of the World a Ten Thousand Villages

[Articulos individuales de la edicion de Intersecciones de Primavera 2020 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]

La Organización Mundial de Comercio Justo (WFTO por sus siglas en inglés) define
el comercio justo como una “asociación comercial, basada en el diálogo, transparencia
y respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible al ofrecer mejores condiciones comerciales y garantizar los derechos de los productores y trabajadores marginados, especialmente en el Sur”. Las organizaciones de comercio justo que producen y venden artesanías, alimentos y más ponen en práctica estos objetivos mediante la aplicación de los diez principios de comercio justo de la WFTO, que incluyen transparencia, salarios justos y buenas condiciones de trabajo.

Edna Ruth Byler en 1965 con manualidades artesanales de Cisjordania controlada por Jordania. El esfuerzo de “comercio justo” que inició Edna Ruth Byler proporcionó ingresos significativos para las personas artesanas al vender sus artesanías. (Foto del CCM)

Las comunidades de fe han jugado un papel importante en el desarrollo de estos principios y prácticas de comercio justo, y las comunidades Anabautistas y el CCM son reconocidos como críticos para el desarrollo de la industria del comercio justo en Canadá y Estados Unidos. La participación Anabautista en el comercio justo comenzó con Edna Ruth Byler después de que ella visitó Puerto Rico a fines de la década de 1940 y vio los bordados que las mujeres estaban haciendo pero no tenía dónde venderlos. Regresó a los Estados Unidos y comenzó a vender su trabajo desde la cajuela de su automóvil y luego en los sótanos de las iglesias y en los salones de fraternidad. El interés creció, y lo que comenzó como una operación de una sola mujer se convirtió en SELFHELP Crafts of the World (en adelante SELFHELP Crafts), una de las primeras empresas en desarrollar prácticas de comercio justo para beneficiar a las personas artesanas. SELFHELP Crafts se convirtió en un programa oficial del CCM a mediados de la década de 1960, con sede en Akron, Pensilvania, y una tienda insignia en la cercana Ephrata. En 1965, este trabajo se expandió de EE.UU. al mercado en Canadá, con el lanzamiento del Proyecto Canadiense de Costura y Artesanía del extranjero en Saskatchewan, y con la apertura de la primera tienda SELFHELP Crafts of the World en Canadá en Altana, Manitoba, en 1972. SELFHELP Crafts fue renombrado en la década de 1990 como Ten Thousand Villages (referido a continuación simplemente como Villages).

El CCM, a través de SELFHELP Crafts y ahora Villages, ha estado activo en el comercio justo durante casi 75 años, con la misión de Villages de “crear oportunidades para que las personas artesanas de los países en desarrollo obtengan ingresos llevando sus productos e historias a nuestros mercados a través de relaciones comerciales justas a largo plazo”. A través de Villages, el CCM ha aprendido importantes lecciones sobre el impacto del comercio justo en los medios de vida artesanales. Más recientemente, el CCM Canadá encargó una evaluación de impacto que examinó a grupos artesanales en India y Nepal para comprender mejor el papel que Villages ha desempeñado en el avance de los medios de vida de las personas artesanas. Si bien este estudio analizó una pequeña porción del trabajo que realiza Villages, centrándose en una región geográfica limitada, identificó lecciones que son relevantes para la amplitud del compromiso de Villages con grupos artesanales y proveedores de comercio justo, lecciones relacionadas con a) el impacto en los ingresos del hogar y estado socioeconómico; b) el papel de Villages en el crecimiento organizacional de las personas productoras; y c) las tensiones entre el apoyo a las personas artesanas y el cumplimiento de las normas de la WFTO.

Una refugiada palestina que vive en Cisjordania muestra un trabajo de costura en 1977. En 1952, Ruth Lederach, voluntaria del CCM que trabajaba como enfermera en Arroub, Cisjordania, propuso que el CCM estableciera un proyecto de bordado para ayudar a las mujeres palestinas que fueron desplazadas por la guerra de 1948 a obtener unos ingresos muy necesarios. (Foto del CCM/Paul Quiring)

Impacto en los ingresos del hogar y estado socioeconómico: La evaluación encontró que las ventas de artesanías representan una fuente importante de ingresos para las personas artesanas. Por ejemplo, el trabajo artesanal, a menudo, comprende del 50% al 75% de los ingresos familiares totales de las personas artesanas. Mientras tanto, no se descubrió que ninguna persona artesana viviera por debajo del umbral de la pobreza. Muchas personas artesanas destacaron los apoyos sociales que recibieron a través del trabajo artesanal de comercio justo, como atención médica, clases de alfabetización y mejores habilidades de comunicación. Si bien la evaluación encontró que el comercio justo tiene un impacto positivo, las personas artesanas reciben ingresos regulares que les permite enviar a las niñas y niños a la escuela, comprar alimentos y ropa y recibir apoyo social, cuantificar el alcance de este impacto es extremadamente difícil debido a la gran variedad de grupos de productores con los que trabaja Villages. Entonces, por ejemplo, Villages es solo uno de los muchos compradores a los que vende la mayoría de los grupos de productores, lo que dificulta identificar el impacto distintivo de las compras de Villages.

El papel histórico de Villages en el crecimiento y desarrollo de organizaciones de productores: Sin embargo, el impacto de Villages en los grupos de productores es bastante claro, ya que todos los grupos notaron que asociarse con Villages fortaleció
su capacidad de producir y vender a otros compradores cuando comenzaron. Villages se encuentra entre los compradores más antiguos para muchos grupos, y el apoyo y asistencia técnica brindados a lo largo de los años ayudaron a mejorar la capacidad y las ventas de las personas productoras y a generar impulso y reputación. El apoyo de Villages incluyó arreglos de pago flexibles, apoyo de envío, margen flexible con demoras en el cumplimiento de pedidos y anticipos de pago (con Villages pagando la mitad del costo de los pedidos por adelantado). La evaluación también señaló que el impacto a largo plazo en los grupos de productores al vender a un comprador conocido y respetado como Villages y generar una relación comercial a largo plazo con pedidos y pagos regulares no puede exagerarse.

Desafíos y tensiones entre el apoyo a las personas artesanas y el cumplimiento con la WFTO: Para que la WFTO considere que cumple con los principios de comercio justo, las organizaciones de productores deben presentar informes detallados que presenten evidencia de cómo se adhieren a los diez principios de comercio justo de la WFTO y sus más de setenta criterios de cumplimiento. La evaluación señaló que garantizar el cumplimiento de la WFTO y tener un impacto positivo en las personas artesanas son objetivos diferentes y, a menudo, conflictivos. El cumplimiento requiere una inversión significativa en tiempo del personal, financiación, recopilación de datos y gestión para cumplir con los requisitos de informes y proporcionar el nivel de detalle necesario. Para las organizaciones de pequeños productores que operan en pequeños márgenes, puede ser difícil cumplir con estos requisitos y, al mismo tiempo, dedicar el tiempo y recursos necesarios para la capacitación y apoyo de las personas artesanas.

Ten Thousand Villages y la industria más amplia del comercio justo han crecido significativamente desde sus simples inicios como una aventura en el maletero del automóvil de Edna Ruth Byler. Los cambiantes paisajes económicos y modelos comerciales que cambian rápidamente obligan a las empresas de comercio justo a competir en un entorno desafiante. El futuro de Ten Thousand Villages está cambiando. Ante la disminución de las ventas y las constantes pérdidas operativas, el CCM Canadá tomó la difícil decisión a principios de este año de cerrar las diez tiendas propiedad del CCM Canadá, junto con su almacén y su oficina central, a mediados de 2020. Ocho tiendas de Villages operadas por juntas locales continuarán operando en Canadá. Mientras tanto, Ten Thousand Villages en los Estados Unidos continúa reposicionándose dentro de un mercado competitivo para las ventas físicas, buscando fortalecer las ventas en línea y desarrollar espacios de ventas distintivos de “fabricante-a-mercado” que conectan a las personas consumidoras con las artesanas y sus historias. Independientemente de lo que depare el futuro para el CCM y Ten Thousand Villages, el CCM puede enorgullecerse de haber sido pionero en un movimiento global dedicado a garantizar que las personas productoras sean tratadas y compensadas de manera justa.

En las afueras de Vientiane, Laos, en el pueblo de Nakhoun Noy, Mon Sipasert (derecha) trabaja con sus hijos Som Nuk Sinnachack (izquierda) y Bounthanom Sipasert en esta foto de 1997. Esta familia fabricó pesebres para Ten Thousand Villages. (Foto del CCM/Mark Beach)

Allison Enns es coordinadora de seguridad alimentaria y medios de vida del CCM, con sede en Winnipeg.


Keahey, Jennifer, Mary Littrell, and Douglas Murray. “Business with a Mission: The Ongoing Role of Ten Thousand Villages within the Fair Trade Movement.” In A Table of Sharing: Mennonite Central Committee and the Expanding Networks of Mennonite ldentity. Ed. Alain Epp Weaver, 265-283. Telford, PA: Cascadia Publishing House, 2011.

Littrell, Mary and Marsha Dickson. Artisans and Fair Trade: Crafting Development. Sterling, VA: Kumarian Press, 2010.

Raynolds, Laura T. and Elizabeth A. Bennett. Eds. Handbook of Research on Fair Trade. Cheltenham, UK: Edward Elgar Publishing, 2015.

MCC and fair trade: from SELFHELP Crafts of the World to Ten Thousand Villages

Featured

[Individual articles from the Spring 2020 issue of Intersections will be posted on this blog each week. The full issue can be found on MCC’s website.]

The World Fair Trade Organization (WFTO) defines fair trade as a “trading partnership, based on dialogue, transparency and respect, that seeks greater equity in international trade. It contributes to sustainable development by offering better trading conditions to, and securing the rights of, marginalized producers and workers—especially in the South.” Fair trade organizations that produce and sell handicrafts, food items and more put these goals into practice through the application of the WFTO’s ten principles of fair trade, which include transparency, fair wages and good working conditions.

Edna Ruth Byler in 1965
with artisan handicrafts from
Jordanian-controlled West Bank.
The grassroots “fair trade” effort
of Edna Ruth Byler provided
meaningful income for artisans
by selling their handicrafts.
(MCC photo)

Faith communities have played an important role in developing these principles and practices of fair trade, and Anabaptist communities and MCC are recognized as critical to the development of the fair trade industry in Canada and the Unites States. Anabaptist involvement in fair trade began with Edna Ruth Byler after she visited Puerto Rico in the late 1940s and saw the embroidery women were making but had no place to sell. She returned to the United States and began selling their work out of the trunk of her car and then in church basements and fellowship halls. Interest grew, and what started as a one-woman operation turned into SELFHELP Crafts of the World (hereafter SELFHELP Crafts), one of the first businesses to develop fair trade practices to benefit artisans. SELFHELP Crafts became an official MCC program in the mid-1960s, with headquarters in Akron, Pennsylvania, and a flagship store in nearby Ephrata. In 1965, this work expanded from the U.S. to marketing in Canada, with the Canadian Overseas Needlework and Crafts Project launching in Saskatchewan, and with the first SELFHELP Crafts of the World store in Canada opening in Altona, Manitoba, in 1972. SELFHELP Crafts rebranded in the 1990s as Ten Thousand Villages (referred to below simply as Villages).

MCC, through SELFHELP Crafts and now Villages, has been active in fair trade for nearly 75 years, with Villages’ mission to “create opportunities for artisans in developing countries to earn income by bringing their products and stories to our markets through long-term, fair trading relationships.” Through Villages, MCC has learned significant lessons about the impact of fair trade on artisan livelihoods. Most recently, MCC Canada commissioned an impact evaluation that examined artisan groups in India and Nepal to better understand the role Villages has played in advancing artisan livelihoods. While this study looked at a small portion of the work that Villages does, focusing on a limited geographic region, it identified lessons that are relevant to the breadth of Villages’ engagement with artisan groups and fair trade suppliers, lessons related to a) the impact on household income and socioeconomic status; b) the role of Villages in producers’ organizational growth; and c) the tensions between supporting artisans and compliance with WFTO standards.

Impact on household income and socioeconomic status: The evaluation found that handicraft sales represent an important source of income for artisans. For instance, handicraft work often comprises 50% to 75% of artisans’ total household incomes. No artisans, meanwhile, were found to be living below the poverty line. Many artisans highlighted the social supports they received through fair trade handicraft work, such as health care, literacy classes and improved communication skills. While the evaluation found that fair trade does have a positive impact, with artisans receiving regular income that allows them to send children to school, purchase food and clothing and receive social supports, quantifying the extent of this impact is extremely difficult due to the wide variety of producer groups with which Villages works. So, for example, Villages is only one of many purchasers to which most producer groups sell, making it difficult to single out the distinct impact of Villages’ purchases.

A Palestinian refugee living in the West Bank holds a piece of needlework in 1977. In 1952, Ruth Lederach, an MCC volunteer working as a nurse in Arroub, West Bank, proposed that MCC establish an embroidery project to help Palestinian women who were displaced by the 1948 war, earn much-needed income. (MCC photo/Paul Quiring)

The historical role of Villages in producer organization growth and development: The impact of Villages on producer groups, however, is quite clear, as all groups noted that partnering with Villages strengthened their ability to produce and sell to other buyers when they first started. Villages is among the oldest buyers for groups, and the support and technical assistance provided over the years helped improve producer capacity and sales and build momentum and reputation. Support from Villages included flexible payment arrangements, shipping support, leeway with delays in fulfilling orders and payment advances (with Villages paying half the cost of orders upfront). The evaluation also noted that the long-term impact on producer groups by selling to a well-known and respected buyer like Villages and generating a long-term business relationship with regular orders and payments cannot be overstated.

Challenges and tensions between supporting artisans and compliance with WFTO: To be considered compliant with fair trade principles by the WFTO, producer organizations must submit detailed reporting that presents evidence for how they adhere to the WFTO’s ten principles of fair trade and its more than seventy compliance criteria. The evaluation noted that ensuring WFTO compliance and having a positive impact on artisans are different and often conflicting goals. Compliance requires significant investment in staff time, funding, data collection and management to meet reporting requirements and provide the level of detail needed. For small producer organizations that operate on small margins, it can be difficult to meet these requirements while also dedicating the time and resources needed for artisan capacity building and support.

Ten Thousand Villages and the broader fair trade industry have grown significantly from simple beginnings as a venture in the trunk of Edna Ruth Byler’s car. Shifting economic landscapes and rapidly changing business models force fair trade enterprises to compete in a challenging environment. The future of Ten Thousand Villages is in flux. In the face of flagging sales and consistent operational losses, MCC Canada made the difficult decision at the beginning of this year to close the ten MCC Canada-owned stores, along with its warehouse and its head office, by the middle of 2020. Eight Villages stores operated by local boards will continue to operate in Canada. Meanwhile, Ten Thousand Villages in the United States continues to reposition itself within a competitive market for brick-and-mortar sales, seeking to strengthen online sales and to develop distinctive “maker-to-market” sales spaces that connect consumers with artisans and their stories. Whatever the future holds for MCC and Ten Thousand Villages, MCC can take deep pride in having pioneered a global movement dedicated to ensuring that producers are treated and compensated fairly.

On the outskirts of Vientiane, Laos, in Nakhoun Noy village, Mon Sipasert (right) works with her sons Som Nuk Sinnachack (left) and Bounthanom Sipasert in this 1997 photo. This family made creches for Ten Thousand Villages.(MCC photo/Mark Beach)

Allison Enns is MCC food security and livelihoods coordinator, based in Winnipeg.


Keahey, Jennifer, Mary Littrell, and Douglas Murray. “Business with a Mission: The Ongoing
Role of Ten Thousand Villages within the Fair Trade Movement.” In A Table of Sharing: Mennonite Central Committee and the Expanding Networks of Mennonite Identity. Ed. Alain EppWeaver, 265-283. Telford, PA: Cascadia Publishing House, 2011.

Littrell, Mary and Marsha Dickson. Artisans and Fair Trade: Crafting Development. Sterling, VA: Kumarian Press, 2010.

Raynolds, Laura T. and Elizabeth A. Bennett. Eds. Handbook of Research on Fair Trade. Cheltenham, UK: Edward Elgar Publishing, 2015.