[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de Invierno 2020 se publican dos veces blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
El 12 de enero de 2010, un terremoto masivo azotó a Haití, matando a más de 100,000 personas (algunas estimaciones colocan la cifra de muertos mucho más alta), destruyendo decenas de miles de hogares y negocios y dañando gravemente la infraestructura del país. En los meses y años siguientes, el CCM, que ha estado operando en Haití desde 1958, emprendió una respuesta humanitaria y de rehabilitación a gran escala (para el CCM). A continuación se puede encontrar un resumen de las facetas clave de la respuesta al terremoto de varios años del CCM. En este artículo, Herve Alcina, coordinador de logística y ayuda humanitaria para la respuesta al terremoto, reflexiona sobre las lecciones que el CCM aprendió al unirse a las iglesias haitianas y organizaciones comunitarias para responder a las necesidades de las personas y comunidades devastadas por el terremoto.

¿Cuáles fueron los éxitos en las distribuciones de asistencia humanitaria después del terremoto de 2010 en Haití?
Una de las cosas que el CCM hizo muy bien después del terremoto fue responder rápidamente. Mucha gente tenía necesidades apremiantes y el CCM estaba allí para responder de cualquier manera en que pudiéramos. Distribuimos lonas, baldes de ayuda, baldes para filtrar agua, carne enlatada, colchas, paquetes de higiene, alimentos de emergencia como arroz y frijoles y otros artículos que la gente necesitaba con urgencia. También trabajamos con comités locales en los campamentos. Esto nos ayudó a poder trabajar más directamente con la gente local y fue una fortaleza de nuestra respuesta.
¿Qué lecciones aprendió el CCM de su respuesta al terremoto de Haití?
Había tantas necesidades y tanto sufrimiento, por lo que decidimos hacer evaluaciones después de que el proyecto estaba en marcha y descubrimos que algunas personas habían recibido suministros de varias organizaciones. Algunas personas recibieron ayuda aunque ni ellas ni sus familias habían sido impactados por el terremoto. Aprendimos sobre la necesidad de realizar evaluaciones antes de que comiencen los proyectos, incluso si eso significa retrasar el proyecto unos días. Aprendimos que si vamos a dar una respuesta que requiera habilidades especializadas, como la construcción de casas, debemos asegurarnos de que nuestro equipo tenga la capacidad suficiente para administrar proyectos altamente técnicos. Deberíamos centrarnos más en lo que ya somos expertos y no comenzar a hacer nuevos tipos de trabajo después de un desastre, incluso si hay una gran necesidad.
Aprendimos que si vamos a dar una respuesta que requiera habilidades especializadas, como la construcción de casas, debemos asegurarnos de que nuestro equipo tenga la capacidad suficiente para administrar proyectos altamente técnicos. Deberíamos centrarnos más en lo que ya somos expertos y no comenzar a hacer nuevos tipos de trabajo después de un desastre, incluso si hay una gran necesidad.
Una de las cosas difíciles del terremoto fue programar cantidades tan grandes de dinero. Al ver hacia atrás, creo que, a veces, nuestros proyectos eran demasiado grandes para organizaciones asociadas que nunca habían manejado proyectos de ese tamaño. A veces, eso creó conflictos y condujo a proyectos que no funcionaron tan bien como nos hubiera gustado.
Un desafío en la distribución de asistencia humanitaria después del terremoto fue que no siempre había un sistema sólido de coordinación y comunicación entre las ONG. Eso es algo que creo que siempre podemos mejorar para cualquier respuesta a desastres.
¿Cómo ha integrado el CCM Haití las lecciones de la respuesta al terremoto de 2010 en respuestas de emergencia más recientes?
El CCM en Haití trabaja con personas vulnerables, y a veces es más difícil acceder a esas personas vulnerables —ya que están más lejos de las oficinas del CCM y puede que no haya un camino que nos lleve a ellas. Sin embargo, hemos trabajado duro para no olvidar estas comunidades aisladas, incluso cuando otras ONG las hayan abandonado.
Aprendimos muchas lecciones sobre la distribución de ayuda humanitaria después del terremoto de 2010. Desafortunadamente para Haití, hemos tenido tres respuestas a desastres en los últimos tres años donde hemos podido practicar la aplicación de las lecciones que aprendimos. Después del huracán Matthew (2016), el huracán Irma (2017) y el terremoto de 2018, realizamos evaluaciones rápidas de campo antes de considerar cualquier proyecto. La realización de estas evaluaciones fue muy útil y nos hizo más efectivos para llevar los recursos del CCM a las personas más vulnerables.
El CCM Haití ha estado trabajando arduamente a lo largo de los años desde el terremoto de 2010 para realizar más talleres de capacitación para nuestras organizaciones asociadas en temas como primeros auxilios psicológicos, cómo desarrollar mejores planes de proyectos y cómo proteger a las personas vulnerables. Todas estas cosas han resultado en mejores respuestas a desastres del CCM y nuestras organizaciones asociadas.
Los aprendizajes esenciales de la respuesta al terremoto de 2010 incluyen lo siguiente:
- Hemos aprendido que necesitamos construir sobre la experiencia y especializaciones de nuestro personal. Hemos aprendido que no somos tan buenos en proyectos de vivienda, por lo que ya no los hacemos, pero somos muy buenos en el trabajo agrícola a corto y largo plazo, por lo que hemos incluido este aspecto en muchos de nuestros proyectos de desastres donde las personas perdieron sus huertos y medios de vida.
- Aprendimos que, a veces, los proyectos pueden ser demasiado grandes para que las organizaciones asociadas los administren, y que necesitan proyectos de menor escala que se expandan gradualmente, por lo que el CCM ha trabajado para desarrollar la capacidad de nuestros asociados de manera más gradual e intencional con proyectos más pequeños que progresivamente se hacen más grandes, en lugar de buscar desarrollar proyectos muy grandes como después del terremoto de 2010, proyectos que resultaron difíciles de manejar para las organizaciones asociadas. Esto nos ha permitido construir organizaciones asociadas más fuertes en quienes confiamos más en su capacidad para implementar proyectos más grandes.
- Una lección importante que aprendimos de la evaluación de la respuesta del CCM al terremoto es mantenernos fieles a nuestros valores. El CCM en Haití trabaja con personas vulnerables, y a veces es más difícil acceder a esas personas vulnerables —ya que están más lejos de las oficinas del CCM y puede que no haya un camino que nos lleve a ellas. Sin embargo, hemos trabajado duro para no olvidar estas comunidades aisladas, incluso cuando otras ONG las hayan abandonado. Por ejemplo, después del huracán Matthew en 2017, todas las grandes ONG fueron al sur de Haití, donde se produjo la peor destrucción, pero también hubo personas que perdieron sus hogares y huertos en el Valle Artibonite, personas que no tenían una voz para decir que necesitaban ayuda, pero nuestras organizaciones asociadas sabían que necesitaban nuestra ayuda y abogaron por estas personas para que no fueran olvidadas. El CCM les respondió, trayendo a estas comunidades carne enlatada, colchas y baldes de ayuda. A través de estas pequeñas acciones, el CCM se solidarizó con estas comunidades rurales frecuentemente descuidadas y reconoció su sufrimiento.
- Una lección importante que hemos aprendido es almacenar previamente los recursos humanitarios, lo que permite distribuciones de ayuda más rápidas y eficientes. Cada año, el CCM Haití recibe un contenedor lleno de suministros básicos de emergencia que el CCM podría necesitar si un desastre golpeara a Haití nuevamente, suministros como colchas, baldes de ayuda y carne enlatada. Mantenemos estos recursos materiales almacenados en los terrenos de nuestra oficina, por lo que estamos listos en cualquier momento para responder. Este almacenamiento previo nos permitió responder dentro de las 48 horas a un desastre reciente. Me enorgullece haber podido ayudar a las personas rápidamente en su momento de necesidad.

Herve Alcina ha coordinado las respuestas de logística y ayuda material del CCM Haití al terremoto de 2010, al huracán Matthew (2016), al huracán Irma (2017 y al terremoto del 2018).

Dubois, Laurent. Haiti: The Aftershocks of History. New York: Picador, 2013.
Farmer, Paul. Haiti after the Earthquake. New York: Public Affairs, 2012.
Frerichs, Ralph R. Deadly River: Cholera and Cover-Up in Post Earthquake Haiti. Ithaca, NY: ILR Press, 2017.
Katz, Jonathan M. The Big Truck. That Went By: How the World Came to Save Haiti and Left Behind a Disaster. New York: St. Martin’s, 2014.