[Articulos individuales de la edicion de Intersecciones de Invierno 2020 se publican dos veces blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
En mi mente, siempre pienso en “El Tsunami”, con E y T mayúsculas, aunque hayan acontecido otros tsunamis. El tsunami que azotó el Océano Índico el 26 de diciembre de 2004 se convirtió en un importante punto de referencia de antes y después para mi esposo, Dan, y para mí en el transcurso de nuestros 12 años como representantes del CCM en Indonesia. Al reflexionar sobre la respuesta del CCM al tsunami que continuó durante los años siguientes, varios aprendizajes duraderos se destacan.
El contexto importa: el tsunami no fue solo un desastre natural. La provincia Aceh de Indonesia había estado involucrada en una guerra civil por la independencia de Indonesia durante casi treinta años en el momento del terremoto del Océano Índico. El presidente indonesio en ese momento, Megawati Sukarnoputri, había declarado la ley marcial el año anterior. El gobierno impedía que las organizaciones internacionales de derechos humanos y organizaciones humanitarias ingresaran a la provincia y las agencias de noticias internacionales estaban restringidas a la capital provincial. Durante los primeros seis meses después del tsunami, la respuesta tuvo lugar en una zona de guerra con personas que sufrían múltiples traumas. Recuerdo una visita inicial en Aceh a un campamento de personas desplazadas en una colina boscosa y soleada con vistas al océano. Solo más tarde supimos que las personas en el campamento estaban aterrorizadas con una serie de temores— no solo por el tsunami que acababan de experimentar, incluyendo sentimientos de pérdida profunda, incertidumbre y réplicas continuas, sino también el peligro de estar cerca del bosque con guerra activa a su alrededor. En los primeros días de la respuesta, pasamos tiempo con una organización asociada de Indonesia que trabajaba con un grupo de estudiantes de enfermería de Aceh. Recuerdo el miedo y la preocupación cuando dos valientes jóvenes se prepararon para salir en un camión cargado de suministros por las montañas para encontrar un camino a Meulaboh a través de la zona de conflicto. La apertura de Aceh a periodistas y trabajadores humanitarios fue un factor que contribuyó a la firma de un acuerdo de paz el 12 de agosto de 2005, seis meses después del tsunami.
El tsunami no fue solo un desastre natural. La provincia indonesia de Aceh había estado involucrada en una guerra civil por su independencia de Indonesia durante casi treinta años en el momento del terremoto del Océano Índico.
Las conexiones interreligiosas son importantes: recientemente, un trabajador indonesio del CCM vino a visitar Ohio. Cuando se le preguntó en un culto: “¿Por qué el CCM construyó una escuela para musulmanes después del tsunami?”, su respuesta fue simple. “Porque la necesitaban”. Aceh es conocida como la “Veranda de La Meca”. Su población es 98% musulmana. Muchos musulmanes en Aceh continúan asociando el cristianismo con las cruzadas. El CCM tomó la decisión consciente de nunca ocultar nuestra identidad organizacional como personas cristianas motivadas para ayudar porque seguimos el camino de Jesús. El tsunami fue una oportunidad para que el CCM y sus organizaciones asociadas presentaran una nueva visión de los cristianos como aquellos que buscan el bien de los demás.
La asociación es importante: debido al conflicto y al aislamiento de Aceh, el CCM no tenía asociados en la provincia en el momento del tsunami. El CCM se comprometió a trabajar con organizaciones asociadas indonesias en lugar de ejecutar nuestros propios programas operativos en Aceh. Antes del tsunami, a través de conexiones menonitas de Indonesia, el CCM se había asociado con universidades y el Foro Interreligioso para la Paz a través de Religiones y Grupos. Por medio de esas conexiones interreligiosas menonitas indonesias, el CCM pudo conectarse con asociados potenciales. Las relaciones de confianza entre cristianos y musulmanes en Java ayudaron a construir relaciones de confianza con los musulmanes en Aceh. En algunos casos, esto sucedió cuando los Menonitas Indonesios “acreditaron” el CCM a los musulmanes en Java quienes luego hicieron conexiones para el CCM entre comunidades musulmanas y asociados potenciales en Aceh. Un mes después del tsunami, el CCM abrió una oficina en Aceh con personal del CCM de Indonesia, Canadá y Estados Unidos. La oficina permitió relaciones de trabajo en persona con organizaciones asociadas locales de Indonesia y Aceh durante los tres años de duración de la respuesta. Las relaciones, a menudo, eran complejas e imperfectas, pero la experiencia de asociación en tiempos de desastre solidificó una forma de trabajo que tiene sentido en una era poscolonial. Los grupos que se asociaron con el CCM, incluyendo el Servicio de Diaconía Menonita de Indonesia, se han fortalecido y han crecido como resultado de sus experiencias para responder al tsunami en Aceh.

La recuperación social y emocional es importante: las pérdidas inimaginables de comunidades enteras por el tsunami llevaron el importante trabajo de sanidad del trauma a primer plano en el trabajo de ayuda del CCM. Desde el tsunami, el apoyo psicosocial tiene prioridad en muchas respuestas a desastres del CCM, junto con el suministro de agua, alimentos y albergue de emergencia en los primeros días, y luego la recuperación de medios de vida, educación y albergue a largo plazo en los siguientes meses y años. En los primeros días después del tsunami, nadie en Aceh se saludó de la manera normal. Ni siquiera expresaron simpatía por las pérdidas de la manera habitual. En cambio, cuando la gente se veía por primera vez después del tsunami, el saludo era: “¿Cuántos quedaron?”. El CCM trabajó con organizaciones asociadas interreligiosas para desarrollar enfoques de sanidad del trauma para contextos tanto musulmanes como cristianos. En los años posteriores al tsunami, las organizaciones asociadas del CCM han perfeccionado y desarrollado aún más esos enfoques de sanidad del trauma.
Desde el tsunami, el apoyo psicosocial tiene prioridad en muchas respuestas a desastres del CCM, junto con el suministro de agua, alimentos y albergue de emergencia en los primeros días, y luego la recuperación de medios de vida, educación y albergue a largo plazo en los siguientes meses y años.
El año pasado, hablé con un grupo de estudiantes de séptimo grado sobre cómo el tsunami del Océano Índico de 2004 había afectado a cientos de miles de personas en varios países. Me sorprendió darme cuenta de que El Tsunami que continúa ocupando un lugar tan prominente en mi memoria ocurrió antes de que esa clase de curiosos alumnos de séptimo grado incluso hubieran nacido. Aquellas personas que formamos parte de la respuesta del CCM al Tsunami no olvidaremos las profundas pérdidas ni el nuevo crecimiento que surgió de ese desastre.
Jeanne Zimmerly Jantzi es superintendente de Central Christian School en Kidron, Ohio. Trabajó durante más de 25 años con el CCM en múltiples funciones en RD Congo, Nigeria, Indonesia y Tailandia.
Fountain, Philip. “Mennonite Disaster Relief and the Interfaith Encounter in Aceh, Indonesia.” Asian Ethnology 75/1 (June 2016): 163-190.
Karan, Pradyumna P. and Shanmugam P. Subbiah. The Indian Ocean Tsunami: The Global Response to a Natural Disaster. Lexington, KY: University of Kentucky Press, 2010.