[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de Verano del 2019 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
Samuel, de cuatro años, inicialmente tuvo problemas para ingresar al preescolar. Su madre, Christina, una refugiada en El Cairo, Egipto, había sido despojada de su red de apoyo familiar cuando huyó de Sudán y, por lo tanto, se vio obligada a dejarlo en casa mientras trabajaba largas horas para mantener a la familia. Así, Samuel pasó sus primeros años en gran parte aislado de la interacción humana, y temía a la gente, la luz y las bulliciosas calles. A pesar de sus largas horas de trabajo, Christina no podía pagar el cuidado de Samuel—los centros preescolares en el área eran demasiado caros y los pocos preescolares gratuitos estaban llenos. La programación holística y sostenible dirigida por la comunidad es esencial para que las niñas y niños refugiados como Samuel tengan acceso a los beneficios de la atención de calidad de la primera infancia, que incluye efectos cognitivos, psicosociales y de salud que se extienden por toda la vida.
Las madres y padres refugiados en Egipto deben hacer frente a la interrupción de la vida familiar, pobreza extrema, trauma, desempleo o empleo inseguro y falta de apoyo social. Muchas de estas personas refugiadas, por lo tanto, tienen dificultades para brindarles a sus hijas e hijos el apoyo que necesitan para el desarrollo de la primera infancia. Algunos barrios en los que viven las personas refugiadas han creado iniciativas accesibles dirigidas por organizaciones basadas en la comunidad, en la que miembros de la comunidad local fungen como docentes, y en la que las madres y padres refugiados se sienten cómodos dejando a sus hijas e hijos. Estos centros preescolares dentro de una comunidad tienen muchos beneficios: el personal preescolar está familiarizado con las madres y padres, pueden realizar visitas a los hogares y las madres y padres no tienen que viajar largas distancias para dejar y recoger a sus hijas e hijos. Sin embargo, el desafío continuo de mantener suficientes recursos, espacio y maestros(as) capacitados(as), a menudo, pone a estos centros preescolares comunitarios en riesgo de cierre.
St. Andrew’s Refugee Services (StARS), una organización liderada y gobernada por personas refugiadas en El Cairo que es asociada del CCM, estaba bien posicionada para ayudar a las comunidades a enfrentar estos desafíos. StARS tenía relaciones bien establecidas en los vecindarios más vulnerables, experiencia y conocimiento de las mejores prácticas al administrar dos escuelas preescolares propias y una gran dedicación al trabajo dirigido por las personas refugiadas, lo que significaba que la pertenencia a la comunidad era una parte fundamental del proyecto. A partir de estos antecedentes, StARS desarrolló un proyecto innovador de bienestar de la primera infancia, basado en los tres principios identificados anteriormente: comunidad en el centro de la programación; cuidado holístico; y crecimiento sostenible.
Programación liderada por la comunidad: En octubre de 2017, el equipo de desarrollo de la primera infancia de StARS trabajó con el programa de promoción comunitaria de StARS, que ya había realizado un extenso mapeo de la comunidad, para identificar a las comunidades con más probabilidades de beneficiarse de su proyecto de bienestar de la primera infancia. StARS luego realizó grupos de enfoque con miembros de la comunidad para comprender las estructuras comunitarias existentes para el cuidado de la primera infancia y obtener sugerencias sobre lo que se podría hacer para fortalecerlos. Una preocupación común era cómo aumentar los recursos financieros, ya que las escuelas no podían sostenerse a sí mismas a través de las contribuciones de la comunidad o las cuotas escolares sin hacer que los centros preescolares fueran inaccesibles para las comunidades a las que procuraban prestar servicios.
Sobre la base de estas discusiones de grupos focales, StARS colaboró con las organizaciones comunitarias en cada vecindario para elegir un equipo de administración y diseñar un modelo de respuesta. Los(as) cuidadores(as) votaron sobre las prioridades que deben abordarse y se desarrolló un paquete de capacitación personalizado. Por ejemplo, a diferencia de la mayoría de los centros preescolares, algunos preescolares necesitaban cuidar a bebés muy pequeños y, por lo tanto, requerían espacio y capacitación adecuados.
Más adelante en el proyecto, los centros preescolares también recibieron un pequeño presupuesto para invertir cuando lo consideraron oportuno. El compromiso de StARS con la programación liderada por la comunidad les permitió brindar asesoramiento relevante y especializado a las maestras y maestros. Así, por ejemplo, cuando un estudiante dibujó una pistola durante la clase, las maestras y maestros de StARS, que son refugiados, pudieron proporcionar una capacitación intensiva de dos semanas para maestras, maestros y cuidadores(as) en la comunidad sobre cómo ayudar a las niñas y niños a desarrollar conductas positivas y hacerle frente al trauma. Las maestras y maestros de la comunidad informaron más tarde que los pequeños estudiantes ya no exhibían agresión y que el ambiente de la clase había mejorado. En conjunto, este enfoque liderado por la comunidad significa que los planes se adaptan a las particularidades de las comunidades, lo que genera confianza en la comunidad y pertenencia del proyecto mientras que, a la vez, reduce los costos.
Cuidado holístico: El enfoque liderado por la comunidad de StARS proporciona a aquellas personas que cuidan a niños y niñas en edad preescolar una comprensión más amplia de las razones subyacentes de la negligencia en el desarrollo infantil. Además de capacitar a las maestras y maestros sobre las mejores prácticas, como la forma de dar la bienvenida a los alumnos y alumnas y crear actividades de juego, el personal de bienestar de la primera infancia participa en reuniones semanales con las personas que cuidan niñas y niños. Esto ha creado vías de remisión a otros departamentos dentro de StARS (facilitando, por ejemplo, el acceso a consejería, asesoramiento legal, educación y micro subvenciones médicas) para las madres, padres y estudiantes. Cuando StARS notó que las madres y padres de niñas y niños con discapacidades necesitaban asistencia, establecieron un grupo de apoyo entre pares y crearon canales para remitirles a un proveedor de subvenciones educativas para niñas y niños con necesidades especiales. Con este enfoque holístico, StARS hace lo que puede para eliminar las muchas barreras al desarrollo de la niñez.
Crecimiento sostenible: No es suficiente capacitar a maestras y maestros de la comunidad y proporcionarles recursos para ofrecer educación de la primera infancia para la niñez refugiada. Si estas escuelas se cerraran debido a la falta de recursos o, para poder mantener sus operaciones deberían aumentar las cuotas escolares, y por lo tanto, excluir a las mismas familias a las que el proyecto debía ayudar, las metas fundamentales de las escuelas no se alcanzarían. StARS, por lo tanto, entró en el proyecto con una estrategia sostenible. A corto plazo, trabajar con los equipos de administración del preescolar para establecer fuentes de ingresos alternativas, como proporcionar clases de idiomas para personas adultas en el centro durante las horas en que el preescolar está cerrado. A largo plazo, conectar el equipo de gestión preescolar con otros posibles financiadores.
Al capacitar a los miembros de la comunidad como maestras y maestros y al equipar a las madres y padres con habilidades de crianza positivas, el proyecto espera aumentar el reconocimiento del bienestar de la primera infancia como un aspecto esencial de la vida familiar, y así aumentar las oportunidades para la niñez más allá de los parámetros del proyecto. En última instancia, StARS busca tener un amplio impacto en la vida de la comunidad, incluyendo una mejor comunicación entre los miembros de la familia y el fortalecimiento de las relaciones con la comunidad. La programación diaria y sostenible del cuidado infantil para la niñez refugiada permite que las familias de personas refugiadas, especialmente las familias monoparentales, como la de Christina, participen en actividades asalariadas y sepan que sus niñas y niños reciben cuidados en espacios seguros, centrados en el desarrollo y basados en la comunidad.
Daniel Davies es Oficial de Política e Incidencia para los Servicios para Refugiados de St. Andrew (StARS) en El Cairo, Egipto. Otros miembros del personal que dirigen el Proyecto de Apoyo al Bienestar de la Primera Infancia también contribuyeron a este artículo.
Aprende Más
Manning-Morton, Julia. “Well-Being in the Early Years.” Teach Early Years website. Available at https://www.teachearlyyears.com/a-unique-child/view/wellbeing-in-the-early-years.
National Scientific Council on the Developing Child. “The Science of Neglect: The Persistent Absence of Responsive Care Disrupts the Developing Brain.” Working Paper No. 12. Cambridge, MA: Harvard University Center on the Developing Child, 2012. Available at https://developingchild.harvard.edu/resources/the-science-of-neglect-the-persistent-absence-of-responsive-care-disrupts-the-developing-brain/.
St. Andrew’s Refugee Services website. http://stars-egypt.org/.