[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de Verano del 2019 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
El CCM invierte una cantidad significativa de recursos para brindar acceso a una educación de calidad, creyendo que este es un ingrediente clave para construir comunidades saludables y sostenibles. Este énfasis se alinea con el llamado a la educación primaria universal en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas (2000) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible más recientes (2015), que en conjunto reflejan un consenso creciente de que, garantizar solo el acceso a la educación no es suficiente y, en cambio, debe haber un compromiso con “una educación de calidad inclusiva y equitativa” para todas las personas.
Basándose en una larga historia de apoyo a la educación mediante la colocación de personas trabajadoras del CCM como maestras y maestros en las escuelas y el pago de cuotas escolares para estudiantes individuales, el enfoque del CCM se ha ido orientando gradualmente hacia modelos que se centran más en fortalecer a las organizaciones educativas locales. Este cambio surge de la conciencia de que la educación—muy a menudo importada por los poderes coloniales y beneficiosa solo para unos pocos individuos seleccionados—debe estar conformada y pertenecer a las comunidades locales para lograr un cambio positivo a nivel comunitario.
Este número de Intersections explora las muchas maneras en que la participación comunitaria puede hacer que los esfuerzos educativos sean más efectivos, responsables, relevantes y sostenibles. Comenzamos con la importante pregunta de cómo el personal de la escuela puede desarrollar una buena comunicación y colaboración con las madres/padres y el estudiantado para reducir la desconexión que, a menudo, existe entre las escuelas y las familias. Luego profundizamos para ver cómo las estructuras formales tales como los comités de gestión escolar o los comités de supervisión pueden otorgar a los miembros de la comunidad un papel activo en la toma de decisiones sobre las prioridades escolares, responsabilizar a los docentes y administrar los recursos financieros y de otro tipo que pueden aprovecharse para mejorar el aprendizaje del estudiantado. También vemos la experiencia de una organización asociada en el apoyo a modelos liderados por la comunidad para la educación de la primera infancia y examinamos la importancia del papel de la comunidad en la protección infantil. Finalmente, aprendemos de una escuela tribal en Odisha, India, sobre cómo la apropiación de las comunidades indígenas en el nivel más profundo puede moldear el ethos e identidad de una escuela y, en última instancia, marcar la diferencia entre que la educación sea una herramienta de opresión impuesta por una cultura dominante o la herramienta de empoderamiento de la comunidad que aspiramos a que sea.
Lynn Longenecker es el coordinador de educación del CCM.