[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de Invierno del 2019 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
Ubicada en la región semiárida al sureste de Nairobi, Kenia, la región conocida como Ukambani mantiene una importante población agrícola productora de maíz. Sin embargo, las pocas e inconsistentes lluvias presentan desafíos para proveer suficiente agua para los cultivos, el ganado y el uso doméstico. Las comunidades y organizaciones se han adaptado construyendo miles de represas de arena y aprovechando las condiciones de la región (suelo arenoso, pendientes variables y estaciones lluviosas y secas definidas) para recoger y almacenar agua en los cauces estacionales para su uso posterior.
Parte de la atracción de las represas de arena como solución en esta región, reside en su supuesta capacidad para filtrar el agua de lluvia a medida que se filtra a través de los poros de la arena, proporcionando no solo una fuente constante de agua, sino también una que es segura para beber. Sin embargo, esta es una suposición que no se ha probado. Recientemente, el CCM Kenia se comprometió con dos organizaciones asociadas, la Organización de Desarrollo Utooni (UDO por sus siglas en inglés) y la Fundación de Soluciones Sahelianas (SASOL por sus siglas en inglés), para analizar el agua extraída de las represas de arena para ver si era realmente limpia y segura para beber. Contrariamente a lo esperado, el agua sacada de los hoyos de arena tenía niveles consistentemente altos de bacterias coliformes fecales. Este hallazgo estimuló el reconocimiento de que se necesitan esfuerzos adicionales para garantizar el uso seguro del agua de las represas de arena. Esta experiencia con UDO y SASOL subraya la importancia de probar rigurosamente las suposiciones sobre la efectividad del proyecto: hacerlo puede revelar condiciones no reconocidas previamente, lo que a su vez puede estimular la acción para lograr mejores resultados del proyecto.
Con una población en rápido crecimiento que ejerce presión sobre los suministros de agua, las represas de arena pueden ser una solución elegante y efectiva para proporcionar agua a las comunidades en regiones semiáridas como Ukambani. Los principios de la función de las represas de arena son conceptualmente de entender, y los resultados pueden ser dramáticos. Las represas de concreto construidas a lo largo de arroyos estacionales hacen que se acumule arena gruesa detrás de la represa, y ese espacio de arena porosa de la represa se llena de agua a la que la comunidad puede acceder durante muchos meses subsiguientes de estaciones secas.
En las represas que funcionan bien, una área de vegetación verde esmeralda florece en el sitio de la represa, incluso durante buena parte de la estación seca, y los visitantes de la región pueden encontrar fácilmente ejemplos de comunidades con pasto y granos, huertos de frutas y hortalizas que dependen del agua de la represa. Una evaluación reciente realizada por el CCM en Kenia, en colaboración con UDO y SASOL, se agregó al conjunto de evidencia que describe los diversos beneficios de acceder a esta fuente de agua. Los miembros de la comunidad identificaron beneficios que variaban dramáticamente con el género y edad. Los hombres y los niños cerca de las represas de arena destacaron que el agua de las represas de arena era beneficiosa para la fabricación de ladrillos. Mientras que las niñas indicaron que un mejor acceso al agua permitía un mejor saneamiento e higiene, lo que a su vez condujo a una mejor asistencia escolar. Las mujeres, por su parte, mencionaron los beneficios del tiempo reducido necesario para obtener agua.
La arena puede ser un filtro efectivo y, de hecho, la tecnología de filtros de arena es una de las soluciones WASH ampliamente adoptadas en los proyectos WASH en todo el mundo. El agua claramente se filtra a través de la arena hacia los hoyos (agujeros simples en la arena que son el método más común usado por las comunidades para acceder al agua), lo que sugiere que las represas de arena podrían jugar un papel purificador para el agua contenida en las represas. Con la ayuda de una donación de materiales de prueba bacterianas de un constituyente del CCM con amplia experiencia en pruebas de agua, fuimos a probar este supuesto. El personal asociado keniano y estudiantes universitarios locales recibieron capacitación sobre las técnicas necesarias para responder si las represas de arena realmente purifican el agua contenida en las represas. Luego seleccionamos al azar los sitios de una lista de represas existentes y evaluamos una combinación de parámetros biofísicos y sociales relacionados con la calidad del agua en cada uno de estos sitios.
Los resultados de este estudio fueron claros: el 84% de las represas en la estación seca tenía más de 100 colonias de coliformes fecales por 100 ml. Esto está muy por encima del estándar de la Organización Mundial de la Salud para coliformes fecales (cero), y está en la categoría de riesgo alto a muy alto. Sorprendentemente, no fue estadísticamente diferente de las aguas superficiales (áreas cercanas que tenían agua estancada en la corriente o en la superficie de la presa). Estos resultados fueron consistentes con un estudio realizado por otro grupo en la región, que también encontró niveles de coliformes fecales consistentemente altos en los hoyos excavados en la arena. En conjunto, estos estudios apuntan a un peligro para la salud no reconocido previamente.
Con el conocimiento de que el agua no tratada proveniente de los hoyos de la represa de arena presenta un peligro para la salud, el CCM y sus organizaciones asociadas han trabajado para identificar posibles soluciones. Un enfoque es cambiar el método de recolección de agua usando pozos de bomba sellados en vez de hacer hoyos excavados, una solución que SASOL ya ha implementado en algunas áreas. El agua de los pozos de bombeo era en realidad mucho más limpia en promedio, pero aún mostraba contaminación por coliformes fecales en el 25% de los casos; este enfoque también tiene los desafíos bien conocidos de mantener los pozos de la bomba.
Por su parte, UDO respondió al hallazgo del agua contaminada en los hoyos mediante la implementación de un programa piloto de agua, saneamiento e higiene (WASH) en tres comunidades con el objetivo de identificar enfoques apropiados a nivel local para mejorar las medidas de salud asociadas con la calidad del agua, incluyendo la purificación del agua. Durante un período de un año, el personal de UDO trabajó con 177 hogares para ofrecer capacitación y apoyo para mejorar las instalaciones y prácticas de WASH. Algunos comportamientos de WASH sí mejoraron durante este período, como el porcentaje de hogares que practican el tratamiento del agua, que pasó de 31 a 76%.
¿Por qué el agua de las represas de arena no está limpia? Un rápido examen de la superficie de las represas de arena le da al observador pistas sobre este resultado inesperado —el área alrededor de la mayoría de las represas de arena generalmente está llena de excrementos de animales. Si bien la intención en las presas de arena es limitar el acceso del ganado a las fuentes de agua para evitar la contaminación, en la práctica esto resulta difícil de mantener, y la distancia entre el estiércol del animal y el hoyo en la arena donde se saca el agua, suele no ser muy distante. Aunque no pudimos probar específicamente si el estiércol era la fuente de la contaminación, suponemos que la contaminación se origina con este ganado, al igual que lo hace en las vías fluviales en Canadá y Estados Unidos donde el acceso del ganado no está controlado.
Quizás más desconcertante es la pregunta del por qué las personas de las aldeas y las organizaciones promotoras por igual asumieron y reiteraron que el agua de las represas de arena estaba limpia. Nuestra encuesta de comunidades que utilizan represas de arena indicó que en el 74% de las comunidades, la mayoría o todas las personas, creían que el agua estaba limpia, y en el 71% de las comunidades, la mayoría o todas las personas, no trataban el agua antes de beberla. Esto no implica que las personas estén ignorando el problema voluntariamente, o que les falte experiencia. Apunta hacia el poder de las narrativas. De hecho, el supuesto de agua limpia encaja bien con la narrativa de que las represas de arena brindan múltiples beneficios que se adaptan bien a las condiciones locales. La eficacia conocida de los filtros de arena también proporcionó una poderosa analogía, y era lógico suponer que las represas de arena funcionarían de manera similar a estos filtros de arena. Estos sesgos llevaron a suposiciones no probadas y apuntan a la importancia de las investigaciones experimentales. Al probar rigurosamente nuestras suposiciones sobre proyectos de desarrollo, podemos descubrir áreas donde nuestros sesgos y percepciones podrían llevarnos a conclusiones erróneas.
Doug Graber Neufeld es profesor de biología y director del Centro para Soluciones Climáticas Sostenibles en la Universidad Menonita del Este.
Aprende Más
Quinn, Ruth, Avis Orlando, Manon Decker, Alison Park and Sandy Cairncross. “An Assessment of the Microbiological Water Quality of Sand Dams in Southeastern Kenya.” Water 10 (2018): 708-722.
Kostyla, Caroline, Robert Bain, Ryan Cronk and Jamie Bartram. “Seasonal Variation of Fecal Contamination in Drinking Water Sources in Developing Countries: A Systematic Review.” The Science of the Total Environment 514 (May 1, 2015): 333-343.