[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de primavera del 2017 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
Los modelos misioneros opresivos de servicio que sólo quieren hacer por o para otros han sido etiquetados como complejo del Salvador Blanco, seducción reductiva o turismo de pobreza. Estos modelos obsoletos de servicio tienden a explotar y tratar de controlar y retener el poder sobre las demás personas, devaluando en el proceso los dones de liderazgo dentro de las comunidades locales. Muchas personas dentro del CCM son conscientes de los desafíos que deben ser navegados al realizar misiones de corto plazo. Ser concientes de la teoría, sin embargo, no proporciona automáticamente la inmunidad de participar inadvertidamente en ciclos que provocan una mayor opresión: se necesitan acciones deliberadas y una reflexión continua. Cuando se trata del tema de misiones a corto plazo, con es una palabra clave. El programa de Servicio de Verano del CCM en Estados Unidos se diseñó con la convicción de que la verdadera transformación ocurre cuando los individuos y las comunidades pueden ejercer su propia agencia, y el CCM simplemente desempeña un papel de apoyo o acompañante.
Lo que me parece poderoso sobre el programa de Servicio de Verano del CCM en EE. UU. es que es específicamente para personas de color para servir en sus propias comunidades. Su enfoque principal es potenciar el liderazgo local y formar personas jóvenes adultas de color. El programa no se trata de enviar personas jóvenes adultas a las comunidades desfavorecidas durante el verano para hacer un cambio, sino de aumentar el liderazgo local dentro de las comunidades de color para identificar y trabajar por los cambios que se necesitan dentro de sus propias comunidades. El papel del CCM en este programa es asociarse con las iglesias de color. El CCM no impone un modelo uniforme de ministerio o busca controlar los proyectos de servicio de las personas jóvenes adultas de color en sus comunidades. El CCM trabaja con líderes de los contextos en los que trabajan las personas participantes del Servicio de Verano, confiando en que estas comunidades tienen las soluciones y los recursos para lograr sus objetivos.
La gente de color, a veces, puede replicar los patrones del colonialismo a medida que trabajamos en el desarrollo del liderazgo y misiones. Como persona de color que lidera el programa de Servicio de Verano, necesito estar consiente de cuándo estoy operando desde la cultura dominante y no trabajando con las iglesias y personas jóvenes adultas. Quiero evitar los patrones culturales dominantes que enfatizan el perfeccionismo, la cantidad sobre la calidad, el paternalismo y el acaparamiento de poder y recursos.
Aprendí el valor de trabajar con otras personas durante mi primer año como pastor de jóvenes de ciudad. En días soleados y cálidos, los pastores locales íbamos al parque comunitario y desarrollábamos actividades con las niñas y niños del vecindario. Un niño pequeño siempre estaba allí. Le encantaba jugar afuera y trabajar en el jardín de nuestra comunidad. Después de algunas semanas, noté un patrón. A pesar de que tenía ocho años y podía balancearse físicamente solo, siempre pedía que un(a) adulto(a) lo empujara en el columpio. O al atarse los zapatos, a menudo, le pedía a un(a) adulto(a) que lo hiciera. Empecé a preguntarme: ¿Está haciendo eso para llamar la atención? ¿Le faltan esas habilidades? ¿Le es más fácil no aprender, sabiendo que otras personas lo harán por él? Peter Block, un autor sobre la construcción de comunidades, afirma que “cada vez que ayudas a alguien, lo/la has colonizado”. Este es un lenguaje fuerte, pero creo que es cierto. Cuando hacemos cosas por o para las personas, les quitamos su capacidad. Si lo hacen durante el tiempo suficiente, las personas comienzan a creer que sólo pueden recibir y nunca dar, que carecen de la capacidad o habilidades para hacer cambios y, a su vez, pierden su sentido de la dignidad y valor. Al niño en el parque le hacían las cosas por él o para él por demasiado tiempo. Como pastores, no queríamos caer en la trampa que tantas otras iglesias tienen para perpetuar la opresión. Tuvimos que pensar críticamente sobre lo que significaba formar relaciones duraderas y trabajar con otras personas en nuestra comunidad. Queríamos aprender sobre el papel de la iglesia al abordar el trauma y evitar la perpetuación de un ciclo de opresión.
El CCM necesita estar al tanto de cuándo está actuando desde la cultura dominante y no viviendo el reino de Dios. Creo que, si el CCM crea espacios para más personas de color en el liderazgo, podemos separarnos de los viejos modelos de misiones a corto plazo y de los patrones culturales dominantes. Al incluir personas de color en el liderazgo y en las etapas de planificación dentro del CCM, evitamos perpetuar la opresión, compartimos el poder y reconocemos que no hay una sola manera correcta de dirigir. A medida que el CCM proporciona oportunidades de misión y servicio, recordemos el modelo de encarnación de Jesucristo que caminó con la gente, proclamó buenas nuevas a las personas marginalizadas y restauró las relaciones justas entre Dios y las personas y entre las personas.
Danilo Sánchez es coordinador nacional del Servicio de Verano del CCM en los Estados Unidos.
Aprende mas
Banister, Doug. Seek the Peace of the City: Ten Ways to Bless the Place Where You Live. Knoxville, TN: All Souls, 2013. Disponible en: https://allsoulsknoxville.com/seek-the-peace-ebook/.
Block, Peter. Community: The Structure of Belonging. Oakland: Berrett-Koehler Publishers, 2009.
Corbett, Steve and Brian Fikkert. When Helping Hurts: How to Alleviate Poverty without Hurting the Poor or Yourself. Chicago: Moody Publishers, 2014.
Martin, Courtney. “The Reductive Seduction of Other People’s Problems.” Bright. January 11, 2016. Disponible en: https://brightthemag.com/the-reductive-seduction-of-other-people-s-problems- 3c07b307732d.