Servicio (Primavera 2018)

[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de primavera del 2017 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]

El concepto de servicio —específicamente, del servicio cristiano— ha sido central para la identidad del CCM a lo largo de su casi un siglo de historia. Sin embargo, el servicio es más que un concepto: toma forma encarnada. La teología, identidad y acción se unen en la praxis del servicio cristiano. Cuando el servicio encarnado cruza fronteras internacionales, socioeconómicas y culturales, surgen preguntas y complicaciones. Los legados del colonialismo, racismo y poder desigual y la distribución de la riqueza moldean las identidades de las personas que participan en el servicio y de las comunidades en las que se realiza el servicio. La experiencia del servicio está tan determinada por las personas que participan en un plazo de servicio, como también por la estructura y espíritu de la organización y programa a través del cual sirven.

En Black Faces, White Spaces, la académica afroamericana Carolyn Finney sostiene que la experiencia de un lugar se entrelaza con las historias socioeconómicas y culturales de ese lugar. La propia experiencia de servicio encarnado estará a su vez moldeada por las historias del lugar donde uno(a) sirve. ¿Cómo pueden los programas de servicio cristiano, como los ofrecidos por el CCM, reconocer y honrar mejor estas historias diversas y tenerlas en cuenta al determinar las estructuras de los programas de servicio?

Una experiencia reciente subrayó la importancia de tales preguntas para mí. Sirvo como coordinadora del Programa de Intercambio Internacional de Voluntarios (IVEP por sus siglas en inglés) de Canadá, un programa en el cual personas jóvenes adultas del Sur global vienen a Canadá y Estados Unidos por once meses de servicio. Recientemente, mientras conducía un grupo de participantes de IVEP por Canadá en camino a su conferencia de mitad de año, expresé en voz alta: “¡Estamos cruzando la frontera de Manitoba a Saskatchewan!” “Ah, sí”, respondió una participante de Zimbabue, que estaba sirviendo en un centro indígena en Winnipeg, “estamos cruzando del territorio del Tratado 2 al territorio del Tratado 4”. Esta joven de Zimbabue había vivido en el país de mi nacimiento por menos de seis meses, sin embargo, pudo hablar mucho más profundamente sobre la realidad de la tierra que estábamos cruzando que yo. Me sentí avergonzada. Esta experiencia me recordó que una y otra vez necesito volver a aprender la historia del lugar donde habito. A veces se necesitan ojos externos para ver esto. Todo lo que he experimentado es a través del cuerpo de una canadiense blanca, heterosexual, y educada, de clase media, con fácil acceso a un pasaporte y apoyo familiar. Necesito otras perspectivas para ver más completamente.

Preparar a las personas para el servicio e intercambio transcultural significa
abordar diferentes suposiciones culturales sobre nuestro yo encarnado. Para IVEP,
eso significa preparar personas jóvenes adultas de 28 países diferentes para un año
en el cual estarán negociando suposiciones culturales en Canadá y Estados Unidos mientras están en servicio. Una reciente evaluación del CCM en Zimbabue de las experiencias de las familias anfitrionas zimbabuenses al recibir y hospedar
personas jóvenes adultas de todo el mundo para asignaciones de servicio de un año
me ayudó a iniciar conversaciones con participantes de IVEP en la fase de orientación sobre los desafíos para negociar en la vida en el servicio intercultural. La evaluación encontró que los anfitriones zimbabuenses informaron que las personas jóvenes adultas de Canadá y Estados Unidos que viven con ellos(as), a veces no se bañaban o vestían adecuadamente, mientras que también realizaban una variedad de otros comportamientos que parecían fuera de lugar o incluso inapropiados para los anfitriones zimbabuenses. Estas familias anfitrionas se preguntaron cuál sería la mejor forma de abordar estas situaciones. Este informe cambió la manera en que pude dialogar sobre la vida intercultural con las personas participantes de IVEP que estaban a punto de conocer a sus propias familias anfitrionas en Estados Unidos y Canadá. Después de pedirles a los participantes de IVEP que leyeran el informe, les preguntamos cuáles desafíos podrían enfrentar las familias anfitrionas de EE. UU. y Canadá al hospedarles. De repente, las personas participantes de IVEP reconocieron el servicio como multidireccional, no sólo del norte global al sur global, como una oportunidad para el aprendizaje intercultural a través de múltiples líneas de diferencia. Juntos, estos artículos revelan algunas de las complejidades, desafíos y oportunidades involucradas en
servir en el nombre de Cristo.

Kathryn Deckert es la coordinadora de Canadá para el Programa de Intercambio
Internacional de Voluntarios (IVEP) del CCM.

Aprende más

Finney, Carolyn. Black Faces, White Spaces: Reimagining the Relationship of African Americans to the Great Outdoors. Raleigh, NC: University of North Carolina Press, 2014.

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