[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de otoño de 2017 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]
La asociación del CCM con la Iglesia Menonita de Teusaquillo en el acompañamiento de personas desplazadas internamente es un ejemplo de un enfoque de múltiples niveles para tratar los aspectos prácticos y personales del desplazamiento forzado. Con su presencia tanto en Colombia como en Canadá, el CCM conectó la Iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá con iglesias en Canadá para aprovechar el Programa de Canadá Source Country Class para reasentar en Canadá algunas PDI [personas desplazadas internamente] que enfrentaron amenazas prolongadas de grupos armados en Colombia. La incertidumbre de este proceso requirió flexibilidad, discernimiento y paciencia al caminar con familias desplazadas a través del proceso de reasentamiento. Además, la iglesia y personal del CCM brindaron acompañamiento personal, escuchando a las familias y prestando atención a los elementos emocionales y espirituales de su viaje.
Mientras que el conflicto en Colombia tiene décadas de antigüedad, más PDI comenzaron a huir hacia las ciudades colombianas, tales como Bogotá, a fines de la década de 1990, haciendo que el conflicto fuera más visible para las personas en la capital. En un temprano esfuerzo de acompañamiento, los miembros de la Iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá apoyaron a las PDI que ocuparon un edificio del gobierno mientras exigían sus derechos. Estas primeras iniciativas de la iglesia rápidamente la llevaron a acompañar a las personas organizadoras de las PDI cuyas vidas estaban amenazadas. Finalmente, la iglesia desarrolló esfuerzos programáticos para satisfacer las necesidades básicas de las PDI y proporcionarles seguridad.
Para algunas PDI, huir a la ciudad era insuficiente para garantizar su seguridad, ya que grupos armados operaban en todo el país, amenazando y matando a las personas que pudieran incriminarles. En el año 2000, con un aumento en el número de familias desplazadas siendo parte de la comunidad Menonita de Teusaquillo, la congregación tomó la decisión intencional de acompañar a las PDI, formando el Comité de Justicia y Paz. Al mismo tiempo, el programa Source Country Class (SCC) de Canadá permitió a las PDI en Colombia solicitar el reasentamiento como refugiados sin salir de su país de ciudadanía. Aunque Canadá proporcionó la selección gubernamental y apoyo a miles de personas refugiadas que solicitaron directamente el reasentamiento en la oficina canadiense de visas en Bogotá, las PDI colombianas también podrían ser nominadas para reasentamiento y patrocinadas a través del Programa de Patrocinio Privado de Refugiados.
En un primer momento, el Comité de Justicia y Paz de la Iglesia Menonita de Teusaquillo se puso en contacto directo con las congregaciones Menonitas en Canadá para ver si patrocinarían familias en necesidad de reasentamiento identificadas por el comité. Con el tiempo, se forjó una alianza con el Programa de Personas Refugiadas del CCM Canadá, en cooperación con el CCM Colombia. El CCM Canadá trabajó a través de la red de coordinadores de programas de personas refugiadas en las cinco oficinas provinciales del CCM en Canadá para encontrar iglesias patrocinadoras para las PDI identificadas para el reasentamiento por la congregación de Teusaquillo.
Un componente importante de este trabajo fue la colocación de personal del CCM para acompañar y apoyar al Comité de Justicia y Paz y ayudar a las PDI identificadas para el reasentamiento. El personal del CCM también funcionó como enlace con los coordinadores de personas refugiadas de CCM en Canadá. Este esfuerzo coordinado de la Iglesia Menonita de Teusaquillo, CCM Colombia, CCM Canadá e iglesias Menonitas canadienses ayudó a que más de 70 familias se reasentaran en Canadá entre 2002 y 2015.
Mientras que la parte logística de este proyecto se logró, el acompañamiento de las PDI no siempre se prestó a respuestas obvias. Todas las partes enfrentaron desafíos. Para la congregación de Teusaquillo, la decisión de abrir sus puertas a las personas recién llegadas se produjo después de mucho discernimiento. Algunas personas en la iglesia temían que la población desplazada, que se reuniría en el edificio de la iglesia para los cultos de oración y un almuerzo una vez por semana, traería amenazas de los actores armados a la iglesia. Otras sentían que la iglesia estaba prestando más atención a las familias desplazadas a expensas de los miembros tradicionales.
Para el Comité de Justicia y Paz de la iglesia, el proceso de acompañamiento y determinación del nivel de amenaza y la respuesta apropiada para las PDI no siempre fueron claros. La capacidad de reasentamiento dependía del personal del CCM en Canadá de convencer a las congregaciones a asumir este ministerio de reasentamiento. El Comité de Justicia y Paz, a menudo, ayudó a las familias a trasladarse a diferentes lugares dentro de Colombia, proporcionando alimentos a las PDI y ayudando a encontrar trabajo temporal. En Canadá, el largo tiempo de procesamiento significó que las iglesias lidiaban por mantener la motivación y fondos. El preservar la esperanza y mantener las expectativas realistas se convirtieron en factores críticos en la colaboración entre el CCM y las iglesias, tanto en Colombia como en Canadá.
La asociación de múltiples niveles entre el CCM y la iglesia de Teusaquillo no sólo se refiere a la variedad de niveles de coordinación del proyecto, sino también a la atención personal prestada a las víctimas de desplazamiento forzado. Este acompañamiento personal fue un componente importante del programa, ya que no sólo afectó a las personas reasentadas en Canadá. El pastor colombiano Peter Stucky y su hermano, el psicólogo Paul Stucky, a menudo, le recordaron al Comité los aspectos emocionales y espirituales integrantes de cualquier acompañamiento ofrecido por la iglesia. Esto incluyó comprender el impacto del trauma en las familias desplazadas y la importancia de proporcionar oportunidades para la sanidad. La iglesia necesitaba ser una guía espiritual, proporcionando un sentido de seguridad en comunidad y un nuevo sentido de ser, incluso en medio del estrés traumático del desplazamiento forzado.
Este aspecto de acompañamiento del trabajo fue, tal vez, una de las partes más importantes y personalmente gratificantes de este proyecto. Mientras reflexiono sobre el acompañamiento de las familias desplazadas en Colombia, recuerdo con cariño el simple acto de sentarme y escuchar profundamente la tristeza y esperanza de gente resiliente que buscan otra oportunidad en la vida. Esta atención personal y sentido de conexión humana hicieron que el acompañamiento del CCM y de la iglesia fueran verdaderamente holísticos y adecuados para abordar la complejidad del desplazamiento forzado y reasentamiento.
Nathan Toews es el facilitador del programa de Semilla del CCM en Bolivia. Anteriormente trabajó como trabajador de acompañamiento psicosocial en el CCM en Colombia.