Oportunidades y desafíos que enfrenta el reasentamiento de personas refugiadas: la perspectiva de una ex-agente de reasentamiento del ACNUR

[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de otoño de 2017 se publican en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]

Con conflictos de décadas que impiden el regreso de millones de personas refugiadas y nuevos brotes de violencia que llevan a flujos masivos de personas refugiadas de numerosos países, las necesidades mundiales de reasentamiento han aumentado significativamente junto con el aumento del número de personas refugiadas. Para el ACNUR, el reasentamiento a un tercer país es una herramienta crucial para proveer a las personas refugiadas más vulnerables la protección y apoyo al que ellas, de otro modo, no podrían tener acceso. Es una solución duradera para las personas refugiadas que no pueden regresar a su país de origen ni integrarse en su país de asilo. Proporcionar a las personas refugiadas el estatus legal y apoyo para reconstruir vidas independientes es una importante contribución estatal para compartir responsabilidades con los países que albergan un gran número de personas refugiadas.

El reasentamiento es una pequeña parte de la solución para las personas refugiadas. El informe del ACNUR: Proyección de las Necesidades Mundiales de Reasentamiento 2018, estima que cerca de 1.2 millones de los 22.5 millones de personas refugiadas, el número más alto desde la segunda guerra mundial, necesitan reasentamiento. A pesar de la diversificación de participación de reasentamiento a 37 países y un número récord de solicitudes de personas refugiadas en 2016, el número de compromisos de reasentamiento por los estados ha disminuido nuevamente, y las necesidades globales superan las 93.200 colocaciones de reasentamiento que los estados se han comprometido a poner a disposición en 2018 por un factor de 13 a 1. Esta caída es un fuerte recordatorio de la vulnerabilidad de la herramienta de reasentamiento a los cambios políticos y la fragilidad del apoyo público en muchos países para la aceptación voluntaria de las personas refugiadas a través del reasentamiento.

La crisis siria se centró en las crecientes necesidades de reasentamiento y los estados respondieron. Muchos estados nuevos respondieron al llamado para ofrecer colocaciones de reasentamiento, en particular a las personas refugiadas sirias, ya sea a través de programas formales de reasentamiento o a través de otros programas de admisión humanitaria, pero el mayor aumento en número total fue ofrecido por Estados Unidos. El gobierno de Obama estableció el objetivo de admitir a 110.000 personas refugiadas de todo el mundo en el año fiscal 2017 (que comenzó el 1 de octubre de 2016), un aumento de 85.000 en el año fiscal 2016 y de 70.000 en cada uno de los tres años anteriores.

En 2016, el aumento de las metas y el apoyo financiero permitieron las solicitudes del ACNUR alcanzar su nivel más alto en 20 años, con al menos 162.575 personas refugiadas referidas a los estados para la consideración de reasentamiento. Significativamente, 44.000 de estas solicitudes fueron de África subsahariana, el número más alto en casi 15 años, y más de 107.000 de estas solicitudes de 2016 del ACNUR fueron hechas a los EE. UU.

La decisión de la actual administración estadounidense de reducir los números de llegadas de reasentamiento a 50.000 en el año fiscal 2017 ha cambiado la dinámica de reasentamiento global. El total combinado de 93.200 nuevas colocaciones ofrecidas por los estados este año representa una reducción del 43% con relación a las ofrecidas en 2016, con reducciones particularmente severas en el África subsahariana. Las propias personas refugiadas están devastadas por este golpe a sus esperanzas y expectativas, especialmente a las nacionalidades reasentadas por muy pocos países distintos de los Estados Unidos, tales como las personas somalíes. Esta disminución también ha agravado los desafíos del ACNUR relacionados con, la identificación efectiva de las personas refugiadas que más necesitan el reasentamiento y selección de las mismas para priorizar sus solicitudes. Esta significativa reducción por parte del gobierno de Estados Unidos también ha puesto de relieve la importancia para el reasentamiento del apoyo de la población doméstica receptora.

Como parte de su mandato y para identificar a las personas que necesitan reasentamiento, el ACNUR evalúa las prospectivas de las poblaciones de refugiados de encontrar soluciones duraderas. Sin embargo, con lugares disponibles para menos del 10% de las personas necesitadas, la selección de individuos y familias, cuyos casos serán presentados a un estado de reasentamiento, es uno de los aspectos más desafiantes del proceso de reasentamiento.

La presentación de una solicitud de Reasentamiento del ACNUR requiere mucho tiempo y mano de obra. Los procedimientos operativos estándar, bien establecidos y cuidadosamente supervisados, aseguran que el proceso esté vinculado a la estrategia de protección para grupos de población individuales y se administra con integridad y transparencia, pero muchos factores influyen en la toma de decisiones. Se hace todo lo posible para priorizar en función de las necesidades de las personas refugiadas y para manejar con sensibilidad sus expectativas en relación con el número de colocaciones de reasentamiento asignados. Sin embargo, las preferencias del estado, factores logísticos relacionados con la accesibilidad de las personas refugiadas para ser entrevistadas y disponibilidad de recursos para evaluar las necesidades de protección y procesar los casos de reasentamiento dentro de los plazos establecidos, inevitablemente también desempeñan un papel.

El ACNUR ha colaborado estrechamente con los estados y otros asociados en el reasentamiento durante décadas. Los estados han respaldado las categorías de selección del ACNUR y están anuentes a responder a las vulnerabilidades identificadas en los países de asilo, tal como se estipulan en el documento sobre las necesidades mundiales de reasentamiento. El ACNUR pide a los estados que realicen compromisos plurianuales de reasentamiento para que el ACNUR pueda planificar con eficacia, pero también les pide estar abiertos a necesidades urgentes y emergentes y a aceptar diversos casos. Los estados de reasentamiento individuales también, comprensiblemente, siguen sus propios criterios y están sujetos a presiones en el país, particularmente en cuanto a las percepciones de las necesidades y perspectivas de integración de nacionalidades y perfiles específicos. Como resultado, aunque los países pueden solicitar casos de los grupos vulnerables identificados por el ACNUR en un país específico de asilo, tales como sobrevivientes de violencia y tortura, mujeres y niñas en riesgo, niños en situación de riesgo y personas refugiadas que tienen necesidades legales y físicas de protección, es posible que el ACNUR todavía no pueda presentar los casos más necesitados para el reasentamiento.

Nunca hay suficientes lugares para los casos de emergencia que necesitan un reasentamiento inmediato o para aquellas personas con necesidades médicas severas. En algunos países no se aceptan familias con muchos hijos, hombres solteros, personas con ciertos perfiles políticos y personas con problemas de salud mental. Otros factores incluyen la falta de habilidad de las personas refugiadas para articular su propia demanda de refugio, condiciones médicas o sociales que el país no puede abordar, seguridad u otros problemas logísticos que surgen y hacen que ciertos campamentos o lugares sean inaccesibles para el proceso de reasentamiento. Además, los estados con cuotas más pequeñas pueden legítimamente desear restringir su selección a unas pocas nacionalidades para simplificar los apoyos de integración posteriores a la llegada requeridos, o restringir sus ubicaciones de entrevista para reducir costos. Con las necesidades hasta ahora superando las colocaciones disponibles, el ACNUR debe inevitablemente hacer concesiones.

En el plano práctico, el personal que maneja los casos de reasentamiento del ACNUR está impulsado por la necesidad completar un número determinado de casos de reasentamiento cada semana de entre los identificados con necesidades de reasentamiento. Se requieren entrevistas detalladas para asegurar que, la solicitud de la persona refugiada, las necesidades de reasentamiento y los vínculos familiares, estén documentados a fondo y con precisión. Como parte de los preparativos, el personal debe actualizar los datos de registro que, a menudo, se recopilan años antes, debe también evaluar las dependencias para mantener la unidad familiar y garantizar que se consideren los intereses de la niñez no acompañada y separada. Hay muchos factores logísticos, como el acceso limitado a la base de datos de registro y a ciertos campamentos, lo que puede retrasar la finalización de los casos individuales y desafiar la capacidad de cumplir con los objetivos establecidos.

De la perspectiva del personal en contacto directo con las personas refugiadas, es doloroso tener que informar a las personas refugiadas, que ya enfrentan dificultades extremas, que no hay lugares de reasentamiento disponibles para ellas. Trágicamente, la pérdida de la esperanza de reasentamiento, junto con las restricciones impuestas por muchos estados a la reunificación familiar, está llevando a que las personas refugiadas desesperadas viajen desde sus primeros países de asilo. Al hacerlo, se exponen a los riesgos de tráfico, secuestro, abuso sexual y otros, la posibilidad de muerte en aguas abiertas y el rechazo en nuevos países de asilo.

Si bien la reducción de los espacios de reasentamiento ofrecidos por los estados en 2017 es desalentadora, se ha desarrollado una mayor conciencia de las necesidades de reasentamiento a nivel global junto con un crecimiento alentador en el compromiso de la sociedad civil y el sector privado. Se espera que las promesas consagradas en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes, aprobada por todos los estados miembros de las Naciones Unidas, llevará verdaderamente a los estados a aumentar su compromiso de ayudar a las personas refugiadas a encontrar soluciones duraderas mediante el reasentamiento o vías migratorias alternativas y a ser más flexibles en su proceso de reunificación familiar. Las personas refugiadas del mundo no merecen nada menos.

Barbara Treviranus ha facilitado el patrocinio privado canadiense y fue gerente fundador del Programa de Capacitación de Patrocinadores de Refugiados (RSTP, por sus siglas en inglés) que capacita y apoya a grupos privados patrocinadores en Canadá. Reescribió el Manual de Reasentamiento del ACNUR en 2011 y ha trabajado para el ACNUR como trabajadora social de reasentamiento en Nepal y agente de reasentamiento en Kenia y Etiopía. Este artículo refleja las perspectivas personales de la autora en lugar de la posición oficial del ACNUR.

Aprende más

ACNUR Tendencias Globales: Desplazamiento Forzado en 2016. Junio 2017. Disponible en: http://www.acnur.es/PDF/Tendencias2016.pdf.

ACNUR. Es necesario igualar los compromisos de reasentamiento con las acciones: alto comisionado de la ONU para los Refugiados. 12 de junio, 2017. Disponible en: http://www.acnur.org/noticias/noticia/es-necesario-igualar-los-compromisos-de-reasentamiento-con-las-acciones-dice-el-alto-comisionado/.

UNHCR Projected Global Resettlement Needs 2018. June 2017. Disponible en: http://www.refworld.org/docid/5948ea944.html.

Manual de Reasentamiento del ACNUR. 2011. Disponible en: www.unhcr.org/ resettlementhandbook.

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