Tensiones en CCM Canadá sobre su reasentamiento de personas refugiadas vietnamitas

[Articulos Individuales de la edicion de Intersecciones de la Primavera del 2017 se publicaran en este blog cada semana. La edicion completa puede ser encontrada en MCC’s website.]

A finales de 1978, los Menonitas canadienses vieron en sus pantallas de televisión la crisis de la “gente del barco”. Las imágenes de personas refugiadas vietnamitas que huían de su país en embarcaciones superpobladas y decrépitas, arriesgando los peligros de los mares abiertos y la amenaza de incursiones piratas, movieron a los Menonitas a la acción. Comenzaron a llamar a las oficinas de CCM en todo el país, preguntando cómo podían ayudar. La respuesta del CCM Canadá a la crisis de personas refugiadas de Vietnam involucró tensiones que persisten dentro del CCM hasta el día de hoy —es decir, una tensión entre reasentar compasivamente a las personas refugiadas o abordar proactivamente las realidades que crean refugiados en primer lugar.

Tras el fin de la guerra en Vietnam, una nueva ley de inmigración canadiense permitió a grupos aprobados de individuos patrocinar a una persona refugiada si los grupos asumían la obligación financiera y responsabilidad total por un año. En respuesta a un mandato de la reunión anual del CCM Canadá en enero de 1979, el personal comenzó las negociaciones con el gobierno federal, con la esperanza de acelerar el proceso de aprobación y resolver la cuestión de las obligaciones legales.

Estas negociaciones prosiguieron rápidamente y el 9 de marzo de 1979, el CCM Canadá firmó un Acuerdo Maestro de Patrocinio Privado de Refugiados con el gobierno.
Este acuerdo le permitió al CCM aprobar los grupos de patrocinadores constituyentes — en su mayoría congregaciones de iglesias, pero también grupos de al menos cinco individuos. Otras iglesias nacionales y organizaciones eclesiásticas posteriormente firmaron acuerdos similares.

Las congregaciones Menonitas y Hermanos en Cristo respondieron con entusiasmo a la invitación de patrocinar de manera privada a personas refugiadas vietnamitas. En los primeros dos años, habían patrocinado a 3.769 personas refugiadas; en 1985, el número había aumentado a 4.651. Más de la mitad de las congregaciones constituyentes del CCM en todo el país se involucraron en el patrocinio de personas refugiadas; algunas congregaciones patrocinaban una familia tras otra.

Las razones de su entusiasta participación en el patrocinio de personas refugiadas fueron muchas. Algunas personas menonitas canadienses recordaban sus propias historias como refugiados y podían relacionarse con la situación vietnamita. (En la década de 1920, con la ayuda del CCM, 21.000 menonitas habían huido de Rusia para Canadá; a finales de los años 40 y 50, otros 8.700 llegaron a través de Europa o América Latina). Algunos patrocinadores estaban especialmente dispuestos a ayudar a los que huían del régimen comunista como lo habían hecho ellos. Otros que habían protestado activamente contra la guerra de Vietnam consideraron el patrocinio de personas refugiadas como una respuesta de paz. Otros simplemente deseaban extender la bienvenida y la compasión a un pueblo que sufría.

El programa de asistencia a personas refugiadas del CCM Canadá no fue exento de controversias. Un factor fue el papel del CCM Canadá dentro del programa internacional más amplio del CCM. En ese momento, el CCM Canadá no tenía supervisión directa sobre el trabajo internacional, que era responsabilidad de una entidad informalmente conocida como “CCM Binacional”, con sede en Akron, Pensilvania. Cuando uno de los líderes del CCM Canadá se insertó en el trabajo del programa internacional y presionó fuertemente por el reasentamiento de refugiados, ofendió gravemente al personal del CCM en Tailandia (donde el trabajo del CCM en Vietnam se basó en los años de la posguerra), así como algunos colegas del CCM en Akron.

En un nivel más profundo, la controversia reflejó un debate sobre si el CCM debería dar prioridad al reasentamiento de personas refugiadas en Canadá o al desarrollo económico en la región de posguerra. ¿Debería invertir el CCM tiempo significativo y recursos financieros para ayudar a las personas refugiadas a encontrar nuevos hogares en Canadá? ¿O debería dedicarse a apoyar el desarrollo socioeconómico en Vietnam (y también presionar para que Estados Unidos levantara su embargo sobre Vietnam), impidiendo así que la gente experimente la necesidad de huir de sus hogares en primer lugar?

El personal del CCM en el sudeste asiático claramente favoreció lo segundo. Vieron que muchas de las personas refugiadas que huían de Vietnam estaban entre la gente que más necesitaba el país —tenían educación y recursos financieros— y sentían que el reasentamiento de personas refugiadas era una “fuga de cerebros”. Observaron cómo los campos masivos de personas refugiadas en Tailandia causaron el resentimiento entre la gente tailandesa, y querían que el CCM priorizara el trabajo a largo plazo en materia de justicia y desarrollo socioeconómico.

Estas tensiones recibieron una difusión pública en algunos periódicos menonitas canadienses. El Menonite Brethren Herald, por ejemplo, publicó varias críticas contundentes por parte de los constituyentes sobre administradores y personal del CCM en Tailandia. Al final, tres personas del CCM en Tailandia renunciaron, heridas y frustradas por la falta de confianza en ellas personalmente, la falta de comprensión del contexto y lo que percibían como el afán de los constituyentes canadienses por una “respuesta rápida” en lugar de una atención sostenible a soluciones a largo plazo.
El CCM envió a un miembro de la junta con dones pastorales en una asignación de tres meses para tratar de reconstruir la moral entre los miembros restantes del equipo.

El CCM sigue enfrentando decisiones desafiantes sobre cómo responder a las situaciones complejas de las personas refugiadas. Así, por ejemplo, ante el desplazamiento masivo dentro y desde Siria, los líderes de la iglesia siria llaman al CCM a apoyar para que las personas sirias desplazadas permanezcan dentro de la región. Al mismo tiempo, sin embargo, los Menonitas canadienses se han movilizado con entusiasmo para darles la bienvenida a las personas refugiadas sirias. Sin duda, el reasentamiento de personas refugiadas no debería ser la única respuesta del CCM al desplazamiento masivo. Sin embargo, al mismo tiempo, el programa de patrocinio de personas refugiadas —nacido en los años posteriores a la Guerra de Vietnam, con una importante participación del CCM Canadá— sigue siendo una forma importante en la que el CCM responde a las crisis de personas refugiadas. El programa de patrocinio privado de refugiados ha demostrado ser una forma muy exitosa de integrar a las personas recién llegadas a Canadá. Los Menonitas canadienses, apoyados por el CCM, siguen desempeñando un papel importante en el patrocinio privado de personas refugiadas de todo el mundo.

Esther Epp-Tiessen es Coordinadora de Participación Pública de la Oficina en Ottawa del CCM Canadá.

Aprende mas

MCC Canada Refugee Resettlement website: https://mcccanada.ca/stories/refugee-resettlement

Kumin, Judith. “Orderly Departure from Vietnam: Cold War Anomaly or Humanitarian Innovation?” Refugee Survey Quarterly 27/1 (2008): 104-117.

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